
🎙 Otro año ya se ha ido, cuantas cosas han pasado, algo hemos aprendido y algo hemos olvidado… si eres de mi tiempo, lo leíste cantando y sino, sé que también porque este es EL clásico de la navidad.
Pero bueno, no estamos aquí para hablar de música y aunque si, el año ya acaba, la pregunta de oro es ¿qué vamos a hacer con este año que inicia? ¿qué vamos hacer con lo aprendido y con lo que ya pasó? ¿cómo vamos a planificar? ¿cuál es el plan Estratégico de mi empresa para el 2022?
La planificación estratégica sin duda es la que siempre levanta la mano en estos tiempos, si bien es cierto, muchas empresas están en la cúspide del
corre corre, otras por el contrario están bajando sus revoluciones y es el momento idóneo para planificar.
Indistintamente de cuál sea su caso, si o si, es indispensable iniciar año sabiendo que vamos hacer? En qué nos vamos a enfocar en este 2022 y sobretodo, qué queremos lograr.
Hoy más que nunca es un completo desafío planificar lo que si y lo que no en la empresa, esto patrocinado a la gran incertidumbre que hay en el mercado como consecuencia de la crisis sanitaria y la económica, no obstante, omitir la planificación, es poner más leña al asador y peligrar que ahora si, la empresa prenda fuego y ¿para qué involucrarnos más con el complejo de bombero innecesariamente?
Ante lo anterior quiero dejarte algunas preguntas claves a considerar en la planificación estratégica para el próximo año
1. ¿Qué funcionó y qué no?
Es importante revisar que hicimos bien este 2021 para poder replicarlo siempre con oportunidad de mejorar y sin duda, resolver definitivamente las faltas cometidas de forma que no puedan volver a suceder.
De los errores es de donde más se aprende y usualmente, estos suceden por una comunicación deficiente o escasa; mi sugerencia es que empieces por ahí responsabilizándote como líder de lo que se hizo, pero sobretodo, de lo que se dejó de hacer.
2. ¿Qué dicen mis colaboradores?
Los colaboradores son los que están de frente a los clientes, ellos manejan información sumamente valiosa que contribuye enormemente con el trazado del nuevo plan. Los colaboradores son vitales cuando estamos en etapas de planificación estratégica ya que tienen visión de campo, que muchas veces los propietarios son cegados por el amor utópico a la empresa o bien, porque su área de acción no necesariamente es hablar con los clientes. Pregúnteles, involúcrelos… se sorprenderá de la ideas que puedan brindar a su empresa, así mismo, esto contribuirá con el sentimiento de pertenencia y además con el compromiso por su marca.
3. ¿Cómo puedo apoyar a mis colaboradores a lograr los objetivos?
Eres la cabeza de la empresa, en cuanto tus colaboradores se sientan respaldados, con mayor confianza y entrega, realizaran las tareas.
En ocasiones con algunas capacitaciones directamente enfocadas en habilidades que ellos mismos quieren reforzar, pueden existir notorias mejoras y la inversión frente a los resultados es minúscula.
4. ¿En qué puedo innovar?
A partir del punto anterior, puede sacar muchísimas ideas, así mismo, de la retroalimentación de sus colaboradores o por qué no; de consultarle directamente a sus clientes de mayor confianza.
La innovación en una empresa es constante, ya que si no lo hace, sus días son contados, de ahí que es vital que esta pregunta no solamente esté presente en este proceso de planificación, sino también, durante todo el año. Es importante destacar que innovar solamente está enfocado en soluciones nuevas relacionadas con productos y servicios, también se innova a lo interno, como la forma de hacer los procesos, por ejemplo.
5. ¿Qué están haciendo en mi industria en otros países?
Está sucediendo algo que hace mucho no pasaba, la crisis es mundial, así que es un escenario perfecto para enriquecernos de los países que van sorteando mejor la ola. Cuestione cómo están solucionando las empresas homologas en otros países y estudie la posibilidad de implementarlo a nivel local.
6. ¿Con qué herramientas cuento para tomar decisiones asertivas?
El día a día de un empresario o empresaria en definitiva es agobiante, pasamos todo el día tomando decisiones y priorizando; pero, ¿qué tan acertado somos al momento de tomar esas decisiones? ¿Será la mejor forma priorizar una situación a otra cuando nos sentimos estresados o agobiados?
Contar con herramientas para apoyarnos de forma integral en esta toma de decisiones se vuelve indispensable, principalmente cuando hablamos del futuro de la empresa y que estas pueden resolver o más bien, traernos más situaciones por resolver innecesarias.
7. ¿Cómo puedo marcar la diferencia en mi área de acción?
Considero que es un pregunta muy sencilla y hasta obvia, tan obvia que en la mayoría de los casos la ignoramos. Hay algunos ajustes tan minúsculos que pueden generar cambios potenciales en nuestra empresa. Le invito a cuestionar y revisar con lupa, cuáles son esos tornillos que podemos ajustar.
8. ¿Cuáles serán los objetivos del próximo año?
Establezca con claridad que quiere lograr en las diferentes áreas de su empresa, seamos integrales pues todo es una red que sí o sí se afectan entre sí. Usualmente he notado que la principal meta u objetivo a cumplir es en cuanto a ventas, pero, ¿cómo logro eso? Es justo ahí, donde las operaciones, el recurso humano, los clientes y todo lo vinculado con las finanzas de la empresa salen a la luz y es importante también considerarlas dentro de un plan consecuente y sostenido en el tiempo.
9. ¿Cómo voy a medir y dar seguimiento al cumplimiento de lo planteado?
Lo que no se mide, no se mejora. Es imposible plantearnos una planeación estratégica exitosa, si no contamos con los parámetros de medición mínimo para conocer si los objetivos se están cumpliendo o no, y ese caso, poder tomar acciones para re-encausar o bien, tomar el timón y virar por otra ruta, esto con un objetivo establecido o bien, con un nuevo planteamiento; pero siempre, con métricas y números que respalden y no solamente, por puro sentimiento.
10.¿Cuál es mi plan B?
Pues si, duro o cruel, pero real al fin. Qué hacer si las cosas no salen como lo planeamos. Contar con un plan de contingencia, nos dará mayor seguridad y tranquilidad al momento de tomar decisiones en caliente debido a que algo se salió del plan. Es sin duda un “seguro” a la paz, tranquilidad y armonía que todo empresario debe tener antes de tomar decisiones determinantes en la empresa, frente a una posible crisis. Como dice uno de mis mentores: “cuando la emoción sube, la inteligencia baja”; así que si estás exaltado es posible que la inteligencia baje, que mejor tener un botiquín de primeros auxilios que nos recuerden cuál es la ruta que se trazó, cuando le inteligencia aún seguía arriba.
Escrito por
Paola Mora Vargas, CEO de UPYMES®
Máster en Planificación con énfasis en Desarrollo Empresarial y